Los llamados, actualmente, ataques de panico no tienen nada de actual. Podemos rastrear este fenomeno desde tiempos muy antiguos en la historia pero fue Freud quien les dio gran participacion en su escucha y logro conceptualizarlo.
En sus 'Escritos sobre la histeria' (1893/1895), a Freud le llama la atencion el cuadro de sintomas florido que presentan sus pacientes histericas, es decir que se presentan ante la figura del analista como siendo tomados por algo que no se puede controlar y que irrumpe de forma abrupta, dejando al sujeto en cuestion abierto a la posibilidad de la muerte.
Inmediatamente podemos pensar que esos ataques tienen que ver pura y exclusivamente con lo que llamamos angustia. Angustia que, por otrta parte, podemos diferenciarla del miedo en el sentido en que el miedo aparece siempre ligado a algun tipo de objeto tangible o por lo menos pronunciable en terminos de lenguaje.
En cambio, la angustia (en este sentido) se presenta como ligada a un vacio del cual el sujeto (en principio) no puede decir nada de ello. Solo puede percibir que algo se ha modificado en la realidad y que lo siente en el cuerpo. Es decir, angustia que se traslada a diferentes sintomas que pueden, incluso, verse.
Hasta aqui lo que se suele pensar de los ataques de panico en la cultura popular, y con la 'ayuda' de los psicofarmacos el cuadro sintomatico se aplaca y disminuye en unos minutos permitiendo a dicho sujeto seguir con su rutina habitual.
Ahora bien, si este sujeto decide consultar con un analista, puede dar cuenta que todo el conjunto de sintomas que se le presentan no tienen nada que ver con el concepto medico de enfermedad o signo de algo. A la escucha, se puede pensar que es el propio sujeto el que esta implicado en sus ataques y podriamos pensar por que un cuerpo deberia atacar en ese momento en particular y con esas caracteristicas particulares.
Existen los sintomas tipicos de estos ataques pero, desde el psicoanalisis, pensamos que el sintoma encierra una porcion de goce que lo responsabiliza directamente al sujeto en cuestion. El saber sobre ese goce esta inserto ahi mismo y dicho goce se sirve de esta cuestion para repetir incansablemente.
Muy distinto es el caso de la fobia donde, si bien la angustia se encuentra presente, el sujeto realiza un viraje y la deposita en un significante al cual trata de 'evadir'.
Introduzco el termino Significante ya que de lo que se trata es siempre de la cuestion simbolica que produce estos estragos de los que hablamos.
De palabras nos hemos enfermado y de palabras nos liberamos escuche decir. Es alienacion y separacion constante a un significante que nos representa (panico, fobia, asma, alergia) pero del cual nos queremos liberar. Vaya paradoja en la que el sujeto se encuentra.
Como diria Freud, al sintoma se lo odia y se lo ama al mismo tiempo. Cuesta trabajo pensar que un sujeto puede gozar durante mucho tiempo, incluso toda la vida, con algo que lo este matando, pero lo interesante es que el sujeto pueda nombrarlo, decirlo. Es a partir de ahi donde una modificacion se produce.
El significante, como dira Lacan, es lo que representa a un sujeto para otro significante. Es decir que no hay forma de captarlo si no es a traves de esta via, y es en esta misma via donde el sujeto se pierde y se encuentra una y otra vez.