Hamlet…El
por qué de Hamlet es verdaderamente eso, un por qué; que rodea la nada, y esa es la nada que
siempre algo le dice al oído.
Decimos que
la tragedia de Hamlet es, básicamente (o es complejo), una tragedia del
deseo. De un deseo que lo mueve a lo largo de todas las escenas como si fuese
un sujeto (¿lo es?) que flota, y no termino de entender si el espectro que
aparece a lo largo de toda la obra pertenece al Padre o si el espectro es el
propio Hamlet.
Pensamos que
la aparición del padre (mas precisamente su mandato) desencadena toda una serie
de actos que, por una parte, no llevan a ningún puerto ya que Hamlet es un ser
sujeto a la duda, sujeto al duelo que nunca acaba, sujeto a la tragedia y
sujeto a la procrastinación.
Por otra
parte, pienso en un Deseo hamletiano que se mueve pese a la demora, pese al
acto inconcluso, un deseo que no se realiza por una cuestión que gira en torno
al saber. Hamlet no hace acto (con su deseo) porque sabe.
Este sujeto
es emboscado por el destino, pero este emboscado debe ignorar si pretende
desear, debe no-saber si pretende actuar, debe actuar si pretende ser
Si el
Espectro le dice que es su Padre y el Bien que le dicta al mejor estilo
mandamiento debe ser llevado a cabo; entonces me pregunto si debe cumplirlo.
Si esto no es puesto en marcha, entonces, Hamlet…¿Qué
Soy?...
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